Ésta se basaba en la reconstrucción de una réplica del estadio Santiago Bernabeu, en el barrio madrileño de la Latina. Para ello se han necesitado más de 15.000 botellas que han dado como resultado una replica de 7 metros de largo, 5 de ancho y 3 de alto. Las botellas utilizadas para la estructura central son las archiconocidas botellas verdes de Heineken y para detalles exteriores las de edición limitada de la final de Madrid. Todos los que se acercaron antes del 23 de mayo consiguieron entrar en el sorteo para una entrada doble para la final de la UEFA Champions League. El sorteo tendrá lugar el mismo día de la final a las 14h.
Asimismo, Heineken no ha obviado la importancia de las redes sociales por eso la campaña también se llevó a Facebook, donde se invitaba a los usuarios a que localizasen la réplica y acertasen el número de botellas utilizadas. Los que acertaron o más se acercaron fueron premiados con dos entradas a la final. Además, también se dio la oportunidad para subir fotos de los usuarios junto al estadio y la foto con más “me gusta” ganó otras dos entradas. Esta parte de la campaña en Internet fue coordinada por la agencia Wunderman.
De esta manera, considero que la notoriedad estaba asegurada porque en la campaña llevada a cabo por Heineken, se pueden ver la combinación de tres elementos clave: lo visual, lo gratis y las redes sociales. Sin duda, para esta marca la creación del estadio con sus botellas ha sido todo un acierto para captar la atención de los transeúntes, de modo que la imagen de la marca se vuelve mucho más visual. Por otra parte, se juega con la palabra “gratis”, algo que despierta el interés inmediato de los consumidores. Y por último, se incorpora el Facebook para una mayor difusión de la campaña y por su puesto de la marca.